Independiente sigue sorprendiendo a todos. Esta vez se quedó con un triunfazo por 97 a 93 en Mar del Plata ante Peñarol, para lograr su quinta alegría consecutiva y la segunda en la ruta. Martín Cabrera lideró a un equipo con goleo bien repartido, con 23 puntos, 6 rebotes y 8 asistencias, seguido por 14 de Yohanner Sifontes. En el Milrayitas lo mejor pasó por las 26 unidades de José Defelippo y las 16 de Joaquín Valinotti.
La primera mitad marcó un goleo alto y un ritmo frenético. Ambos equipos entraron en un golpe por golpe, donde Peñarol aprovechó la efectividad de Tomás Monacchi, con 13 puntos, y la fortaleza en la pintura de Jerome Jordan, con 11 unidades. Sin embargo, las pérdidas de balón y los regresos lentos fueron completamente aprovechados por un Independiente que tuvo a un Martín Cabrera muy efectivo, con 10 puntos y sin fallar, y luego goleo colectivo que le permitió mantener la intensidad. Así y todo, el Milrayitas llegó al entretiempo en ventaja por 44 a 41.
El tercer cuarto fue un juego de rachas, primero con los locales que se apoyaron en José Defelippo y llegaron a sacar 11 puntos de diferencia. Sin embargo, los de Oliva reaccionaron con su presión y contragolpes y dieron vuelta el juego con un parcial de 14-2. Pero los marplatenses tuvieron nuevamente una reacción en el cierre y llegaron a los diez minutos finales al frente por 67 a 65.
Los primeros minutos del último parcial encontraron a un Peñarol con el control del juego, aunque sin lograr sacar diferencias. Defelippo y Joaquín Valinotti fueron los encargados de manejar las ofensivas. Pero Independiente se mantuvo duro en la pintura y corrió con un buen pasaje de Yohanner Sifontes, Martín Cabrera y de Joaquín Noblega y pasó al frente. A partir de allí, Peñarol solo tuvo claridad con Valinotti y desaprovechó varias chances, mientras que los cordobeses golpearon con Fernando Martina y Salvador Giletto en momentos claves. Además, en defensa se cerraron en la pintura y no dejaron dudas para el triunfo final, el quinto consecutivo para un Independiente que no para de sorprender.