San Lorenzo a un paso del Pentacampeonato

El conjunto de Boedo consiguió una categórica victoria por 89 a 66 y así atizar sus sueños de campeón y tendrá la oportunidad de definir las Finales este jueves a las 17 en el Templo del Rock.

El histórico Penta está ahí, cada vez más cerca en su horizonte. San Lorenzo acaba de concretar un triunfo impresionante frente al número uno de la fase regular y, después de una temporada plagada de contratiempos, sabe que le queda un único obstáculo para adueñarse de su quinto título consecutivo. El conjunto de Silvio Santander fue un Ciclón que arrasó con las ilusiones de un Quimsa reducido a su mínima expresión y lo vapuleó en una victoria de principio a fin. 

San Lorenzo construyó una diferencia irremontable durante una primera mitad que rozó la perfección. Fue una tarea brillante en ambos costados de la cancha, implacable en ataque e inexpugnable en defensa. El Ciclón calibró la mira y redondeó veinte minutos de sobresaliente efectividad con un 70% de tres y 66% de cancha. Si su dinámica ofensiva había sido uno de los lunares en los primeros dos juegos, el combinado de Boedo respondió con una actuación implacable con 10 puntos de Nicolás Aguirre, 11 de Maxi Fjellerup, 9 de José Vildoza y 15 de un Nicolás Romano imparable. 

Su intensidad defensiva, el sello por excelencia de Silvio Santander que resultó un factor determinante en el cierre del segundo juego para permitir apenas dos puntos en los últimos cinco minutos, levantó una muralla alrededor de su propio aro y apenas permitió 31 puntos en los primeros dos parciales. Su telaraña era un problema sin solución para la Fusión, desenfocada y perdida. Incluso los suplentes, especialmente Roberto Acuña y Luis Montero, se acoplaron al festival azulgrana. 

Quimsa, incapaz de correr en transición ante una ofensiva rival prácticamente infalible, evidenciaba serios problemas para descifrar el enigma Ciclón en ataques estacionados. Kevin Hernández había conseguido domar a Ismael Romero mientras Aguirre y Fjellerup rotaban en la marca de Brandon Robinson. Iván Gramajo, titular obligado ante la lesión de Mauro Cosolito, fue el único ladero de Robinson durante un inicio en el que Quimsa estuvo durante tres minutos sin anotar en el arranque del segundo cuarto. 

La Fusión esbozó una remontada en el tercer parcial, un escenario históricamente cómplice para el Ciclón. Se invirtieron los papeles con respecto al segundo capítulo, instancia en la que San Lorenzo dio vuelta el marcador en los últimos minutos para encaminar el trámite, revertir la desventaja inicial e igualar la serie. El elenco de Santander sufrió una merma -lógica- en su efectividad y Quimsa aprovechó para reducir a siete puntos una diferencia que había sido de 23. El Cubanazo Romero fue el estandarte de la reacción con once puntos durante el tercer cuarto que en Boedo cerraron aliviados gracias a la aparición de Fjellerup, Aguirre y Vildoza para marcharse al descanso con un margen de 13 puntos a favor. 

El último parcial fue todo de San Lorenzo, una reacción a la altura de las circunstancias después del susto del tercer chico. Quimsa apenas pudo anotar diez puntos durante los diez minutos del cuarto y el Ciclón volvió a lucirse en ambos costados de la cancha. Acuña fue un Torazo en rodeo propio y ajeno, Vildoza apareció en todo su esplendor con nueve de sus 22 puntos, Aguirre manejó los tiempos del partido a la perfección y construyó una dupla letal con Romano en el poste bajo para ponerle punto final a una noche casi perfecta que aclaró definitivamente el horizonte de un San Lorenzo que saborea su quinto cetro consecutivo. 

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