Con el brillante tándem Machuca-Saiz como estandarte de una fantástica actuación colectiva, el Rojinegro sorprendió al Ciclón con un arranque furioso. Fue triunfo por 90-73 frente al vigente campeón para quedar a un paso de la definición.
San Martín sigue escribiendo hazañas en la actual postemporada de la Liga Nacional: tras haberse impuesto frente a Platense en la Reclasificación y después de haber eliminado por primera vez a Regatas, el implacable funcionamiento colectivo del combinado de Diego Vadell le puso un freno al poderío del profundo San Lorenzo. El elenco correntino construyó su diferencia durante un primer cuarto perfecto y sostuvo el margen durante el resto del juego para quedarse con el primer juego de las semifinales ante el vigente tetracampeón. El Ciclón ya no tiene margen de error para mantener con vida su ilusión de hilvanar cinco títulos al hilo.
El arranque de San Martín fue letal en un primer cuarto en el que propios y extraños se habrán refregado los ojos en más de una oportunidad para corroborar que el resultado parcial era real. El Rojinegro fue un relojito: excelente en los cambios defensivos, bien con las ayudas sin permitirle a su rival tomar tiros cómodos ni aprovechar segundas chances. Su habitual e inexpugnable fortaleza defensiva se complementó del otro costado de la cancha con una fabulosa producción ofensiva.
Jonathan Machuca, quien firmó una planilla de 17 puntos y 5 asistencias, manejó el termómetro de la tarde. Prolijo desde la conducción y preciso cada vez que buscó el aro durante una primera mitad en la que anotó cuatro triples en seis intenos. Fue una actuación estelar del experimentado base, quien confirmó por enésima oportunidad que es un jugador distinto.
Su sociedad con Javier Saiz construyó la ventaja inicial. El ala pivote fue el otro gran responsable del triunfo rojinegro, demostrando una vez más que indudablemente atraviesa su mejor momento. Ya venía de hacer unos cuartos de final brillantes contra Regatas en el mano a mano contra Tayavek Gallizzi, y este miércoles estuvo muy encendido en ataque, indefendible para los internos del Ciclón: ni Hernández, ni Acuña, ni Romano pudieron frenarlo. Saiz finalizó con una fantástica planilla de 23 puntos (11/14 de cancha, un 78% de acierto), 7 rebotes y 26 de valoración.
La tropa rojinegra se completó con la justeza de Solanas cada vez que atacó al aro en una actuación inmejorable con 17 puntos, 8 rebotes y 20 de valoración. La revolución que que habitualmente generan los ingresos de Tomy Zanzottera y la defensa de Basabe también tuvieron su impacto. En definitiva, fue la función de todo un equipo solidario, en sintonía y con carácter para no perder nunca el enfoque ante las arremetidas del Ciclón.
Más allá de la complicidad que tuvo su rival en esto, errático, molesto y hasta entrando en un círculo vicioso en el que las urgencias lo hicieron tomar algunas decisiones apresuradas. Apenas dos goles de campo de San Lorenzo en el arranque del juego, uno en el amanecer del partido (Fjellerup) y el otro en el último segundo del cuarto (Acuña), terminando con 2/14 en este rubro. Y si a esto le sumamos que los de Boedo no estuvieron finos ni en los libres, todo este panorama se vio mucho más contrastado. Tardó en llegar al partido.
Es cierto que San Lorenzo fue de menor a mayor en el partido, pero de todas formas arrancó muy abajo y esos tempraneros -25 que le sacó San Martín hicieron que sea imposible dar vuelta la historia. Se lo vio más decidido ofensivamente, encontró mayores protagonistas y sobre todo en la segunda mitad donde recortó diferencias, pero defensivamente le siguió costando frenar a su rival.
Lo más destacado en el cuadro de Santander fue Fjellerup por su continuidad en todo el partido (20 puntos y 6 rebotes), mientras que el otro hombre clave en el empuje de la segunda mitad fue Penka Aguirre (13 unidades).
Desde el primer minuto, esa agresividad rojinegra se hizo presente. El contundente 28 a 5 del Rojinegro fue inmejorable, no solo por haber impuesto su ritmo de juego, con supremacía en defensa, sino también por la efectividad a la hora de convertir. San Lorenzo creció en el siguiente parcial (pasó de los escasos 5 a anotar 20 en el segundo), pero aún así San Martín siguió muy fino adelante y se fue al descanso largo 25-49 arriba.
A partir de ahí, San Lorenzo pasó a controlar más el ritmo. Se jugó a mayor vértigo, y con esas apariciones de Penka desde el manejo y la efectividad, más algunas acciones más de Romano y algunas bombas de Piñero, la diferencia bajó a 14 unidades (75-61, todavía para el rojinegro). De todas formas, San Martín ofensivamente continuó teniendo respuestas, más allá de esa presión azulgrana en primera línea que empezó a complicarlo, y al tándem destacado de Machuca-Saiz, se sumó la desfachatez de Solanas, tomando muchas responsabilidades.
Lo aguantó muy bien San Martín, y así terminó llevándose un primer punto clave. Con este 90-73, ahora es tiempo de pensar en el día viernes, ya con este sorprendente rojinegro match point a su favor y esa ilusión que crece mucho más el memorable resultado de esta tarde.
Foto: La Liga Contenidos