El partido entre Oklahoma City Thunder y Utah Jazz fue suspendido este miércoles instantes antes de comenzar por «circunstancias imprevistas», sin que la NBA haya ofrecido los motivos de la decisión. Con los jugadores ya en la pista del Chesapeake Arena de Oklahoma City, desde los altavoces del estadio se anunció que el partido se posponía «por circunstancias imprevistas». «Están todos a salvo, tómense su tiempo para retirarse del estadio», agregó la voz del estadio ante los abucheos del público asistente y con los equipos retirándose a los vestuarios.
A pesar del silencio, no tardó en llegar la respuesta: la determinación de cancelar el duelo se produjo apenas se conoció que el pivote francés Rudy Gobert, que viste la camiseta de los Jazz, dio positivo a un examen de Coronavirus.
Casi de inmediato, se viralizó una inoportuna broma que hizo en una reciente conferencia de prensa: desentendiéndose de la gravedad del caso, tocó todos los micrófonos de la sala.
Ante esta situación, la NBA emitió un comunicado en el que anuncia la suspensión inmediata de la temporada «después de que un jugador dio positivo de Covid-19», y señaló también que «se empleará este tiempo para evaluar los próximos pasos a seguir».
Los dos conjuntos se hallaban realizando el calentamiento previo, cuando el anunciador del quinteto local remarcó: «Debido a circunstancias imprevistas, el partido ha sido pospuesto». Fuentes de la cadena televisiva ESPN informaron que «algunos jugadores presentaron síntomas de enfermedad» en la previa del comienzo del cotejo.
La NBA se limitó a reportar que «el partido del miércoles entre Thunder y Jazz ha sido pospuesto». La suspensión se produjo en el mismo día en que la NBA se reunió con los dueños de las 30 franquicias para tomar medidas de prevención frente a la pandemia del nuevo coronavirus.
Según la cadena ESPN, la mayoría de equipos se inclinó por continuar con la temporada de la NBA, pero disputando los partidos sin público. Este miércoles los Golden State Warriors fueron el primer equipo en anunciar que jugarán su próximo partido como locales a puerta cerrada, el jueves ante Brooklyn Nets.
Luego del anuncio oficial, los jugadores de los dos equipos se dirigieron cada uno a sus respectivos vestuarios, a la espera de la autorización de la NBA para volver al rectángulo de juego. Pero, por el contrario, se reconfirmó la suspensión del encuentro.