Tuvo que pasar 28 años para hacer realidad el sueño de volver a primera y luego de tanto intentar se dio en una temporada de muchos cambios, partiendo del cuerpo técnico.
La misión ascender, desde aquella calurosa tarde de enero del presente año se comenzó a construir y hacer fuerte ese triángulo entre dirigentes, cuerpo técnico y jugadores, en una divisional (la B de la Asociación Cordobesa de Básqeutbol) que crece temporada tras temporada y se hace muy difícil el ascenso.
Empalme fue el más regular durante el año pero tuvo que sufrir hasta la última fecha para gritar Campeón, acompañado en todas las canchas por su hinchada numerosa y ruidosa diciendo acá estamos bancando los trapos, esa ayuda extra que hay que tener.
La misión para la temporada venidera, mantenerse a paso firme y con convicciones, el tiempo lo dirá, hoy es tiempo de festejos y dar rienda suelta de alegría después un año de arduo trabajo deportivo y de la dirigencia, Salud Campeones.
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