En un final dramático, el Madrid venció al Barcelona con el sello de siempre

Real Madrid se impuso otra vez en el clásico ante Barcelona, y ya es la quinta vez en la temporada. Fue 91-89 en el Palau Blaugrana, con el cierre de siempre. Esta vez, con los de Chus Mateo sobreviviendo al último minuto gracias a una captura clave de Tavares, luego de dos libres fallados por Deck (2 puntos y 4 rebotes), que igual se redimió con ese rebote ofensivo que le bajó la persiana al duelo.
El equipo catalán, con muchas bajas, encontró en chicos como Raúl Villar (4 puntos en su debut en clásicos) algo de esperanza, pero también demostró sus limitaciones estructurales. Peñarroya tuvo que rotar sin muchas opciones, incluso dejando sentado a Willy Hernangómez en tramos calientes. Mientras tanto, Satoransky (14 puntos y 2 asistencias) fue el único base puro disponible y jugó a pulmón ante un Madrid que supo cuándo golpear. Llull, eterno como siempre, firmó 19 puntos y metió un triple como más le gusta.
Barcelona logró reponerse dos veces: primero de un 50-59 adverso con una ráfaga de Fall, que más tarde se autoexpulsó con dos técnicas por una protesta, y después con un parcial de 8-0 que lo puso 73-71. Pero al Madrid nunca hay que darle una tercera vida. Musa aportó en el clutch, Campazzo condujo con su habitual oficio (9 puntos y 4 asistencias) y Tavares, aún con problemas de faltas, fue decisivo sin necesidad de anotar. Ibaka también aportó con presencia en la pintura, y el Madrid gestionó mejor la ansiedad.
Brizuela tuvo en sus manos la posibilidad de cambiar el destino con un triple a 1:24 del cierre, pero la pelota dio vueltas en el aro y salió. Llull, en cambio, metió uno que bajó con nieve.