Mike Conley tuvo la oportunidad de ganar el partido con un triple, pero falló y Denver se llevó el triunfo ante Utah 80-78 y la clasificación a la segunda ronda del Oeste (4-3) en el partido más noventoso de la temporada.
El primer tiempo fue monopolizado por los Nuggets, que se apoyaron en el binomio Jamal Murray-Nikola Jokic para sacar diferencias e irse al descanso largo con una amplua ventaja (50-36). Todo cambió a partir del tercer cuarto, en el que Donovan Mitchell se encendió y comenzó a anotar para emparejar el juego (65-60).
En el último cuarto llegó lo mejor y ambos conjuntos se mostraron efectivos desde larga distancia y en la pintura, intercambiando golpes. En el final se mantuvo la paridad y fue Jokic el que apareció ante la ausencia de Murray, bien contenido por Mitchell.
Con 27 segundos restantes volvió a contestar el serbio, convirtiendo un acrobático gancho que le dio la ventaja a Denver 80-78. El cierre fue de película. Mitchell perdió la pelota cuando intentaba penetrar para igualar el juego, Denver salió de contra y Murray, arriesgando al límite, en lugar de guardarse el balón decidió atacar el aro con 5 segundos en el reloj, descargando un pase para una bandeja de Craig.
Increíblemente, el tiro de Craig no entró y le dio una última vida a Utah, que salió despedido hacia el campo rival buscando un buen tiro. Conley lo llegó a tener y lanzó un triple que bordeó el cesto y salió, dejando el triunfo y la serie en manos de Denver 80-78. Jokic fue la gran figura de la cancha, con 30 puntos y 14 rebotes, mientras que Murray esta vez estuvo terrenal y acabó con 17 y 7/21 de cancha. En Utah, Mitchell tampoco pudo repetir acciones anteriores, aunque igual sumó 22 puntos. Gobert lo acompañó con 19 y 18 rebotes. El jueves, los Nuggets inician su serie contra los Clippers por las semis del Oeste.
Boston ganó y dejó la llave 2-0 a su favor
Tras un cierre tremendamente parejo y peleado, Boston logró remontar un partido que le fue adverso durante buena parte de su desarrollo y se llevó el segundo punto 102-99. Jayson Tatum fue la figura con 34 tantos y seis asistencias, aunque el héroe fue Marcus Smart, que clavó 5 triples en el último cuarto para ganar el juego.
El partido arrancó parejo, con Toronto evidentemente más agresivo en la defensa que en el Juego 1, y con Boston mostrándose en parte relajado y en parte fastidiado por la actitud de su rival. Pese a que cerró arriba en el segundo cuarto 50-48, no era el del domingo. Solo Williams (gran primera mitad), Theis y Tatum (siempre un relojito), el resto fue muy flojo, sobre todo Kemba Walker, que arrancaba una tarde para el olvido.
En el tercer cuarto los errores de Boston se profundizaron, Toronto corrió un ratito y metió un parcial de 11-0 y sacó la máxima de 12 (66-78). Anunoby (4/4 triples hasta ahí), más un VanVleet más activo que en el partido anterior y, siempre, la defensa, eran los argumentos, pero también había un factor a tener en cuenta. Boston estaba muy poco enchufado y cometía demasiadas equivocaciones no forzadas.
Por eso, cuando en el inicio del último cuarto Marcus Smart metió su primer tiro (un triple; venía con 3 puntos hasta ahí), y enseguida el segundo, y poco después el tercero, a Toronto se le empezaron a prender fuego todos los planes. Smart metió otros dos en un par de minutos, totalizando 5/5, Boston clavó una racha de 25-9, sacó 8 (95-87), y de ahí en más controló el trámite, más allá de la última reacción de Toronto, poniéndose a 1 (100-99), a un minuto del cierre.
Entonces Kemba Walker, que ya había levantado un poco, metió su doble más importante del juego para retomar tres de luz. Toronto no pudo aprovechar ninguna de las últimas opciones y quedó 0-2, con muchas preocupaciones, porque Boston, en general, no jugó bien. Smart terminó con 19 puntos (16 en el cuarto período) y fue el factor D, aunque globalmente el mejor fue Tatum (34 puntos y 6 asistencias). En Toronto, el mejor fue Anunoby, con 20 y 4/6 triples. El jueves, tercer partido de la serie.
