En casa mando yo: Instituto defendió con el alma y se metió en la final
La Gloria volvió a superarse a sí mismo. En este tipo de cruces, al igual que en los cuartos de final, ya no importa ser el equipo de más eficiencia, o tener el mejor porcentaje de tiros encestados, sea de dos o tres puntos, o tener al mejor jugador del torneo en cuanto a números. Ya todo eso, que en la previa podía ser un argumento para ganar desde el vestuario, queda afuera de análisis porque este tipo de partidos se ganan en el parqué, durante los 40 minutos. Solo importa lo que pasa en la cancha y el básquet se encargó de demostrarlo nuevamente.
A veces, además de esos números, se necesita actitud, garra y coraje, lo que Insituto tuvo de sobra en este cruce de semifinales ante San Martín. Victoriano y compañía entendieron que debían cortarle la vía de gol desde la tercera dimensión a los correntinos. Ese plan comenzó fallido: los de Vadell encestaron 7/10 en el primer cuarto, con un Ramírez Barrios que parecía iba a tener una noche inolvidable.
Pero en el básquet no hay nada dicho y el segundo capítulo fue todo de la Gloria, un período durante el cual los cordobeses tuvieron su mejor parcial. Casualidad o no, el equipo local se dedicó primero a defender para después poder atacar, una combinación que en el básquet moderno suele ser letal. En el aro propio cortó la efectividad de triples de SanMa, producto de incomodar en la mayoría de los tiros al rival, dejándolo tan solo en 7/29 en el resto del partido. Sí, 0/19 en los 30 minutos que quedaban.
Y eso vino acompañado de la gran capacidad anotadora de los jugadores albirrojos, que desde ese segundo período no hicieron más que controlar el juego a su gusto, sobre todo desde más allá de los 6,75 m, con 11/24 en triples, y en la zona pintada, donde bajaron 40 rebotes, y dejaron a los correntinos en 28.
Cuello volvió a ser el dueño de las decisiones ofensivas de Instituto. El de Ramos tuvo nuevamente el protagonismo de cada ataque, y culminó con 4/6 en triples, cuatro rebotes y cinco asistencias, además de ser importantísimo en la faceta defensiva, como Gallizzi, quien se hizo amo y señor de ambas pinturas, sin encontrar respuesta en los internos rivales. Taya terminó con 16 tantos, seguido de Romano con 13, quien sumó en el segundo cuarto su clásica inyección anímica cuando la pelota quema, y el partido se complica.
Al partido lo abrió la Gloria, con un doble de Tayavek Gallizzi tras un gran pase del Martín Cuello. El primer tiempo fue un ida y vuelta constante. San Martin acertó triples al mismo tiempo que Instituto los erro. Buen primer tiempo de Ramirez Barrios, el número 33 del equipo correntino. El primer cuarto termino 26 a 19 en favor del conjunto visitante.
Luego el partido volvió con la hinchada cuestionando las decisiones arbitrales. El “Loku” se cargó el equipo al hombro y lo hizo jugar a su gusto. De la mano de Martín, Instituto lo dio vuelta y logró que el rival no convierta puntos en más de dos minutos. Así terminaría el segundo capítulo con un marcador de 46 a 37.
La vuelta del descanso fue de menos a más. Comenzó más intermitente y más tranquilo. Con errores por igual. Pero el triunfo glorioso se vio encaminado por el juego de, una vez más, Martin Cuello. Con un Sandrín efervescente gritando cada vez más fuerte los puntos gloriosos, el cuarto terminaría 61 a 49.
El último cuarto se jugó como Instituto quiso. El equipo empezó a liquidar el encuentro con buenas asociaciones colectivas y con el estilo de Lucas Victoriano bien marcado. Fuertes defensivamente y eficaces en el ataque. El Loku y Romano volvieron a jugar un gran partido para el equipo cordobés y fueron los principales artífices de la victoria. El “44” fue el MVP del partido con 20 puntos y 5 asistencias. La máxima de puntos fue a favor de la Gloria en 16 puntos. El encuentro terminó 80 a 70 e Instituto se clasificó a la final del Súper 20.
Victoriano ya lo dijo: «En cuanto a cosas por mejorar sabemos que es un equipo en adaptación. Tienen que saber a soportar sus errores y que todos tienen que saber lo importante que son para el grupo, algunos con más protagonismos y otros con menos, pero la grandeza que tienen los equipos es que todos tengamos la misma idea». Y esa idea, en la noche del jueves, se vio en el Sandrín, y la gente se lo reconoció, otra vez. De esta manera, Instituto sigue en carrera en este Final 8 del Súper 20, con la cabeza puesta en el título y en el premio mayor: la plaza en la próxima Liga Sudamericana.
Fuente: Prensa AdC y Prensa Instituto.
Foto: Leandro Gómez para Liga Nacional.